miércoles, 13 de junio de 2012

una

Cuando iba a abrir la cocina apareció Alberto diciendo que se había ido Catalina corriendo sin decir a dónde iba. Inmediatamente salí corriendo detrás de ella gritando fuerte su nombre. No sabía si iba en la dirección correcta pero de repente estaba pensando en me generaba un poco de placer la adrenalina que corría por mi cuerpo, no me importaba tanto si me encontraba con Catalina en algún momento, ya había empezado a jugar a buscarla, en realdad en ese momento me dí cuenta de que no iba a volver a mi casa. ¿Para qué hacerlo?
No se si les pasa pero a mí permanentemente. Todo lo racionalizo. Me resulta inevitable. A veces pruebo intencionalmente no hacerlo y al momento me doy cuenta de que sí, ya estoy racionalizando de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario